-Necesito volver atrás, cuando todavía era inocente. Creo que hay algo que se me escapó...
- ¿Te da miedo crecer?
- ¿Por qué iba a darme miedo crecer?
- ¿Y por qué no?
- Pues no, no me da miedo. Me da miedo no recordar cómo era yo en el pasado. Me da miedo olvidar, pero no crecer.
¿Quién eres tú, que entre nocturnas sombras, sorprendes de este modo mis secretos? William Shakespeare.
17 febrero 2011
12 febrero 2011
Abres los ojos.
Duele. Algo que se quiebra en la superficie del alma. La frustración que invade el cuerpo, de manera tan prodigiosa que incluso sientes un ligero cosquilleo en la punta de los dedos de los pies. Quieres incorporarte, levantarte y romper con todo. Alzar una mano al aire, escupir, pegar, patalear, gritar, saltar, llorar… sangrar. Sencillamente sentir. Sorprender. Innovar. Olvidar las reglas. Borrar los límites.
Demonios, has olvidado algo importante. La esencia de tu universo. La perdiste en algún momento de tu camino y no has sabido recuperarla. Es duro descubrir que has conseguido prescindir de algo tan… imprescindible.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)