07 enero 2011

Nada es lo que parece.

Esperar siempre lo inesperado y aguantar lo inaguantable. Encontrar lo perdido mientras pierdes lo buscado. Quedarte en blanco cuando se veía todo negro. Soñar con lo invisible e ignorar lo fiable. Saber lo inútil y desconocer la clave principal. Prometer lo más difícil de cumplir pero sólo conseguir lo sencillamente sencillo. Escalar con esfuerzo lo llano para bajar corriendo aquella cuesta. Hacer siempre lo restringido a la vez que se ignora lo permitido. Hablar con indirectas para conseguir lo más directo. Comenzar un final mientras se termina otro principio. Sonreír por lo más triste después de llorar por lo menos desesperado. Subir el volumen cuando todo parece callado.
Cerrar los ojos para comenzar a ver, y terminar por abrirlos para darse cuenta. De que nada es como parece.

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